sábado, 11 de julio de 2009

CLASIFICACION DE SERES VIVOS

Para poder estudiar la gran diversidad de formas vivientes, los biólogos agrupan a los organismos en diversas categorías, de acuerdo con las similitudes y diferencias que observan en ellos. Este ordenamiento de los seres vivos en grupos de organismos semejantes entre sí, se denomina clasificación biológica. El área de la biología que se encarga de realizar la clasificación biológica de los nuevos seres vivos o estudiar y reclasificar a seres existentes, se denomina Taxonomía o Sistemática.

Clasificar no es tarea exclusiva de los científicos, pues muchas actividades humanas incluyen la clasificación y la ordenación de grupos de objetos. Usted puede apreciar las ventajas de estos encasillamientos en las instituciones comerciales, en las bibliotecas y en su propio hogar, donde todas las cosas están agrupadas y dispuestas en forma organizada para ser encontradas con facilidad. En Biología, la clasificación es imprescindible para ordenar la inmensa variedad de organismos y facilitar su identificación, por ejemplo:


  • Clasificación de los seres vivos según su n{umero de células.
  • Clasificación de los organismos según la alimentación.

Los sistemas de clasificación han sufrido cambios a los largo del tiempo. Durante mucho tiempo la clasificación biológic se baso en características superficiales o externas: forma, tamaño, color, capacidad de movimiento y otras manifestaciones que se podían captar a simple vista. Y así surgió la primera gran clasificación: Animales y Plantas.




DIFICULTADES EN LA CLASIFICACIÓN BIOLÓGICA


Debido a la enorme diversidad de organismos vivientes, los biólogos tropiezan y tropezaron a menudo con muchas dificultades para incluirlos en algunas de las categorías taxonómicas ya existentes. Durante muchos años, los taxónomos clasificaron a los seres vivos en dos reinos: animal y vegetal. Las características que diferenciaron a estos dos grupos dependían principalmente de la nutrición.

Los vegetales son organismos autótrofos por su nutrición, vale decir, sintetizan todos los alimentos orgánicos que necesitan, a partir de sustancias inorgánicas sencillas. Tal capacidad radica en un tejido exclusivo de las plantas —el tejido clorofiliano—, especializado en la función de fotosíntesis. Los animales, por su parte, son organismos heterótrofos, incapaces de producir sus propios alimentos orgánicos y dependen, por lo tanto, de otros organismos para su nutrición. La heterotrofía impone a los animales la necesidad de percibir lo que hay en su ambiente y la obligación de moverse para obtener los alimentos que necesitan. Sensibilidad y movimientos son, en consecuencia, atributos esenciales de la mayoría de los animales, lo que explica que ellos posean tejidos nervioso y muscular, órganos sensoriales y otras estructuras que los diferencian de los vegetales.

De acuerdo al sistema de los dos reinos, cualquier organismo autotrófico, provisto de clorofila, tenía que ser incluido en el reino vegetal. Así, la Euglena, organismo unicelular que contiene clorofila, fue colocada entre los vegetales, a pesar de que también se desplaza en su medio para atrapar otros seres que le sirven de alimento. Los zoólogos cuestionaron esta clasificación, afirmando que la Euglena es más semejante a los animales que a las plantas.

Los hongos son heterótrofos y carecen de clorofila, pero fueron colocados en el reino vegetal, porque no se pueden desplazar para obtener su alimento. Dificultades como las señaladas y el descubrimiento de otros organismos que no encajan adecuadamente en los reinos animal o vegetal, condujeron a la creación de un tercer reino, el protista, que incluye a las bacterias, hongos, protozoos y algas.

Como las bacterias, hongos y algas desentonan en esta clasificación, algunos biólogos emplean cuatro reinos: vegetal, animal, protista y móneras.
Las móneras engloban a bacterias y algas unicelulares, en tanto que las demás algas son incorporadas al grupo de los vegetales o de los protistas.
  • Clasificación de los organismos, según características taxónomicas.
CLASIFICACIÓN TAXÓNOMICA

En la actualidad, uno de los sistemas de clasificación más ampliamente aceptado reconoce cinco reinos: móneras, protistas, hongos, vegetales y animales. Las móneras incluyen a los organismos formados por células procariotes (bacterias y algas azul-verdosas), caracterizados por no tener un núcleo definido, ni muchos de los organelos que se encuentran en los eucanotes. Algunos biólogos colocan a los virus en este reino, pero la mayoría rechaza tal clasificación, argumentando que los virus son “partículas” con características intermedias entre lo “vivo” y lo “no vivo”. Las partículas virales cristalizan como una materia inerte; sin mbargo, cuando se introducen en una célula, pueden reproducirse y comportarse de manera parecida a un ser vivo. El reino protista comprende numerosos organismos eucariotes unicelulares, tales como protozoos (protistas semejantes a los animales) y protophytas (algas unicelulares) .




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